Revista del Mar Dulce

Autodefinida como "una voz estudiantil", Revista del Mar Dulce fue dirigida por Enrique Groisman y Manuel Mora y Araujo. Se publicó entre octubre de 1955 y fines de 1959, fechas que sugieren dos preocupaciones centrales de la revista: exhibir un antiperonismo triunfante, en sus comienzos, y combatir el desembarco de las universidades privadas, en los últimos números. Aunque realizada por una camada de jóvenes que todavía miraba mucho a sus mayores —por ejemplo, el segundo número rinde homenaje a José Ingenieros "arquetipo de su generación", mientras que la generación que hace la revista parece reservarse la sección "Cosas del campamento"— es notable la diversidad  temática que despliega Mar Dulce, entre la estética y la política. Literatura, teatro y cine tienen un amplio espacio; aparecen tempranos despuntes de americanismo; varios textos políticos. Mar Dulce contó con colaboraciones de Mario Bunge, Florencio Escardó y Héctor Agosti. A través de Juan Carlos Chiaramonte, polemiza y dialoga con Contorno, lo que no impide que Ismael Viñas publique en la revista con cierta asiduidad.